RETORNADOS

RETORNADOS – Una historia de bahíanos en África.

El más famoso sociólogo brasileño, GILBERTO FREYRE, después de conocer la realidad en el
Golfo de Guinea, sentenció: …Y resulta que son bahianos.
Efectivamente una gran comunidad de AGUDÁS, provenientes en su mayoría de Salvador de
Bahía, puerto de embarque, se habían establecido en la antigua Dahomey, en el golfo de
Guinea, que hoy en día constituye Benín.
Mucho se ha escrito sobre la esclavitud, en especial la atlántica, aquella que surtió de esclavos
a las recién descubiertas colonias europeas en América, pero durante mi largo periodo de
residencia en Salvador de Bahía, tuve la oportunidad de conocer y comenzar a profundizar, en
un hecho digno de estudio.
El retorno a sus lugares de origen de aquellos que fueron arrancados de la costa de los
Esclavos y vendidos como mercancías en América. Fueron conocidos como los AGUDAS o
BRASILEÑOS, ya que el puerto de embarque había sido el actual OUIDAH donde se encontraba
el fuerte portugués, que constituía el centro de este comercio y complementaba a otros
fuertes holandeses, británicos o franceses.
Tres puntos en común tenían todos para ser reconocidos como etnia. Por un lado el origen,
que si bien eran de familias africanas, todos “volvían” desde Brasil, la religión católica (aunque
muchos seguían las religiones de matriz africana) y un idioma común, en este caso el
portugués que habían aprendido durante su estancia en Brasil.
Según el profesor GURAN, tres son las olas sucesivas de retornados desde Brasil a África. A
principios de siglo XIX llegaron los primeros que se establecieron casi todos como
comerciantes de esclavos. En 1835 se produjo en Bahía la Revuelta de los Marés y esto llevo a
las autoridades del Brasil de la época a expulsar a cerca de 8000 esclavos que fueron a parar al
mismo territorio. Esta segunda ola hizo que las costumbres de los agudas fueran cambiando
para prácticas y costumbres mas relacionadas con los esclavos brasileños, evolucionando pues
de una cultura europea para una cultura brasileña. Después de 1888, fecha de la promulgación
de la ley Aurea en Brasil, en donde se prohibía la esclavitud, hizo que nuevos ex-esclavos
cruzaran el Atlántico hacia sus países de origen. Esto coincide en el tiempo con el comienzo de
la colonización francesa de DAHOMEY, después del tratado de Berlín, y fue en los agudás en
donde los franceses encontraron una importante ayuda en la conquista. Muchos puestos
importantes, en especial en el comercio, quedaron en manos de los agudás, si bien poco a
poco comenzaron a ser sustituido por empresas francesas.
Hay que hacer notar que dependiendo de la fecha de llegada, y bajo el común nombre de
agudás se encuadraban aquellos que habían sido negreros, llegados en la primera ola y los que
habían sido esclavos a veces vendidos o transportados por los primeros.
Ya en 1949 comenzaron a perder poder los agudás y en la hora de la independencia de Benín
en 1960 fueron acusados de haber ayudado a los europeos en la colonización de su territorio y
fueron asimilados a la burguesía.
El principal aspecto pues que me gusta destacar es que esa nueva identidad étnica permitió la
integración de los ex -esclavos o sus descendientes como ciudadanos de pleno derecho y que
constituyeron un importante pivote en la construcción del moderno Benín.

Un personaje que hay que conocer en la enunciación de este marco teórico es Francisco Félix
de Souza, más conocido como el CHACHÁ, que era el virrey de Abomey, y que tenía la exclusiva
del comercio entre otros productos… de esclavos. Nacido en Salvador de Bahía, se trasladó al
golfo de Guinea sobre el 1800 para continuar e impulsar sus negocios, llegando a ser una de las
personas mas ricas de la región. Cuando murió dejo mas de 80 hijos varones, estando sin
contabilizar las hijas.
Y con todos estos conocimientos teóricos, veía que no podía continuar mis estudios sobre los
agudás, sus huellas brasileñas llevadas a África, sin visitar su casa. Y así lo hice durante un mes.
He tenido la oportunidad de visitar a las familias agudás mas importantes en sus casas y oír de
las historias de sus antepasados. También de contactar con agudás descendientes de
brasileños que intentan mantener viva la cultura y tradiciones brasileñas en suelo africano.
Hay dos focos principales (aparte de Lagos en Nigeria y de Togo) en donde se concentran los
agudas. En la capital PORTONOVO (curioso que el nombre siga siendo en portugués) y OUIDAH
(la antigua Ajuda de donde deriva el nombre de agudá). Portonovo sigue conservando edificios
muy brasileños, como la antigua mezquita con un gran parecido arquitectónico con la Iglesia
de San Francisco en Salvador. También grandes familias como los Domingos o los Patterson
tienen casas construidas en estilo colonial brasileño. Es precisamente ahí en donde el mes de
enero se celebran las fiestas mas brasileñas como Nuestro Señor de Bonfim, la burrinha…
Visitar Ouidah es una experiencia interesante y muy intensa. Recorrer los 5 kilómetros que
separaban el palacio del Chachá, donde se producía la subasta de esclavos, el árbol del olvido
en donde los hombres tenían que dar 9 vueltas y las mujeres 7 para olvidar su pasado, la casa
Zamal en donde eran hacinados hasta su embarque, o el cementerio de los que no resistían
estas atrocidades, hasta llegar a la puerta de no retorno en donde embarcaban hacia América.
Es allí en donde en el sepulcral silencio de la costa suena ensordecedor el ruido de las
cadenas…
Y ahí llega un esfuerzo intelectual de comprender la visión africana del genocidio del tráfico
esclavista.
Bien es cierto en 1452 el Papa Nicolas V, a través de la bula DUM autorizaba a Alfonso V de
Portugal a esclavizar a los negros de África Occidental. “…te concedemos a perpetuidad, según
tus usos y la de tus sucesores, de invadir, conquistar, apoderarte, subyugar y reducir a
esclavitud perpetua a los sarracenos, paganos, y otros infieles…”
Esto significa que la trata no es vista como un problema africano y además los orígenes,
identidades y demás actores de este genocidio… son difusos. Existe también la parte en donde
los descendientes de los negreros intentan rehabilitar su imagen, destacando su lado más
humano, como el no separar familias, o evitar que fueran sacrificados en los reinos de
Dahomey…
Y se llega a percibir cual importante fue el vudoun, para estos esclavos. Con multitud de
lenguas que les impedían comunicarse, su nexo de unión con sus ancestros, y sus tierras era la
religión vudoun, que dio origen a las religiones de matriz africana que existen, como el
candomblé, el tambor de mina, la santería…Los cultos en tierras brasileñas suponían una
justificación para convocar reuniones, y apartarse del universo del colono, como actos
reivindicativos de libertad.

Desenraizados a la fuerza y sometidos física y culturalmente, muchos encontraron en la
práctica de la religión la conexión perdida con sus ancestros y sus tierras. Asimismo creaba
lazos con otros esclavos afrodescendientes de procedencia dispar.
Así pues en ese África, en el golfo de guinea, se pueden encontrar los restos de la civilización
venida de Brasil con los esclavos libertos. No sólo los apellidos familiares, sino la arquitectura,
la gastronomía (en donde el aceite de dendé es predominante), la religión en donde
encontrará fácilmente el paralelismo entre el vudoun y el candomblé, la fiestas como Nuestro
señor de Bonfim, la burrinha, la capoeira… dan sentido al titulo de unos de los mayores
estudiosos de este fenómeno. El fotógrafo y antropólogo, nacido francés, PIERRE VERGER
escribió su libro FLUJO y REFLUJO sobre el retorno de los Agudás a las tierras de sus ancestros.
Como comentaba Verger “muchos de los negros regresaron libres a África ya con muchas
costumbres brasileñas haciendo una especie de Brasil en África, así como se formó una especie
de África en Brasil”.
Es por esto por lo que estoy inaugurando, a finales de enero de 2024, en la CASA do BRASIL en
Madrid, una exposición fotográfica sobre el retorno, que se llamara RETORNADOS. Una
historia de bahianos en África, y como homenaje a PIERRE FATUMBI VERGER, en donde
podremos contemplar fotografías originales suyas que hizo en el antiguo Dahomey en los años
50, gracias a la colaboración de la Fundación Pierre Verger.
Están todos convidados a conocer a los agudás que son aquellos que llevaron su corazón para
África y aquellos que llevaron para el corazón de África a Brasil.

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